28 enero, 2008
Falleció el Presidente Gordon B. Hinckley
Nuestro amado profeta Gordon B. Hickley falleció el día de ayer domingo a las 19:00, las causas, como es de entender, se deben a la edad avanzada en la cual se enfrentaba. Miembros de su familia le acompañaron en el momento mientras se hallaba en cama.
El Presidente Hinckley sirvió como el décimo quinto profeta de esta última dispensación, en los 177 años de la historia de la iglesia desde su restauración por el Profeta José Smith. Además, es de caracterizar que nuestro profeta llevaba 12 años en el cargo de Presidente de la Iglesia, a la edad de 97 años.
Los funerales se realizarán dentro de unos días (por confirmar). Además, el sucesor del cargo de Presidente de la Iglesia será aprobado y apartado por el Consejo de los Doce Apóstoles.
A pesar de que conocemos los propósitos divinos de nuestro Padre Celestial, no podemos omitir el hecho de que vamos a extrañar a este siervo amado por todos quienes le rodeaban, y sobre todo por hacer tanto por la obra del Señor.
Hasta Pronto, estimado profeta.
Fuente: Newsroom
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2 comentarios:
11:11 a.m.
El Padre Celestial se ha llevado al mejor hombre de esta tierra. Siempre admiré del presidente Hinckley su inmensa fe y testimonio de Jesucristo y su Iglesia, eso lo llevó a trabajar en la obra del Señor con todas sus fuerzas hasta el último día de su vida. ¡Que maravilloso ejemplo a seguir!.
El presidente Hinckley puso mucho énfasis en la construcción de templos y en su asistencia a ellos. Me alegra que nuestra estaca esté trabajando mucho en ello.
Sé que el presidente Hinckley fue una gran profeta de Dios y que ahora sigue trabajando en su obra. Sé que que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es dirigida por Jesucristo mediante la autoridad del Sacerdocio, autoridad que tal como en la antiguedad y como lo enseñanan las escrituras permite que la Iglesia sea presidida por un profeta que recibe revelación, acompañado por sus consejeros y un quórum de doce apóstoles.
7:19 p.m.
Tiempo atrás cuando el Presidente Hinckley habló en el funeral de la hermana Elisa, esposa de Elder Joseph B. Wirthlin, uno de los doce, dijo que es devastador perder a quien se ama, consume el alma. Estaba en lo cierto pues ahora tras el fallecimiento del Presidente Hinckley “así lo siento”. Sin embargo cuando el Presidente Hinckley habló en ese entonces de la terrible soledad que recae sobre quienes pierden a quienes aman, también prometió que en la quietud de la noche una voz apacible, inaudible, susurra paz a nuestra alma; “está todo bien”.
¡Oh si no supiera que Nuestro Padre Celestial vive, como igualmente nuestro Salvador y Redentor Jesucristo! ¡Oh si no supiera que José Smith es un profeta y el Libro de Mormón es verdadero como esta Iglesia es verdadera! ¡No podría estarlo! ¡Ni decirlo!
Por eso además sé; “morir es tan natural como nacer, para el hombre la muerte viene a ser un descanso pues cura todos aquellos males que no tienen remedio. Por otro lado, la nostalgia en el corazón de los vivos, cálida y permanente, es el privilegio de los que ya se han ido. No para siempre, como bien sabemos, sino hasta pronto nuestro amado Profeta Gordon B. Hinckley
David J. Alvarez
Barrio Zegers
Estaca Iquique
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